Entrevista a Gabriel Ramírez, Premio Jorge Billeke 2018


2019-01-05
  • Gabriel Ramírez es estudiante de Magíster en Matemática de la Universidad Católica y obtuvo el premio Jorge Billeke 2018, que reconoce al mejor egresado de licenciatura en Matemáticas e Ingeniería Matemática en Chile. Este año, dos estudiantes fueron reconocidos como mejores egresados de la carrera de Matemáticas. Ambos egresaron de nuestro pregrado. 
Para Gabriel Ramírez, egresado de la licenciatura en Matemáticas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y estudiante de Magíster en Matemática en la misma casa de estudios, fue una sorpresa saber que había ganada el premio Jorge Billeke, que otorga desde 1999 la Sociedad Matemática de Chile, Somachi.

“Para mí fue una sorpresa, porque no sabía que me habían postulado. Fue una muy agradable sorpresa y, claro, tenía curiosidad de saber quiénes me habían postulado y esperaba que nos lo comunicaran durante la entrega del premio en Rancagua. Me acerqué a la comisión que eligió a los ganadores y les pregunté, pero no podían darme esa información; finalmente me enteré por correo”, explicó.

¿Te sorprendió conocer el nombre de quienes te nominaron?

Siempre es grato saber que alguien reconoce lo que haces. En el caso de la profesora Natalia García, de la Facultad de Matemáticas de la UC y Eduardo Friedman, de la Universidad de Chile, era esperable porque he estado trabajando con ellos, me reúno con ellos regularmente, me conocen hace más de un año.

La nominación del Jan Kiwi, director de Docencia y académico de esta facultad, me sorprendió más, porque es un directivo y me he relacionado de manera menos directa con él, en temas que no son directamente académicos, por ejemplo, en mi rol de consejero cuando estaba en el pregrado.

¿Qué significa para ti haber ganado este premio?

Es un reconocimiento, me pone muy contento; me genera principalmente alegría pensar que todo el trabajo y esfuerzo puesto en los últimos 5 años no es solo visto por mis profesores, sino que es reconocido en un espectro más amplio.

¿Cómo decidiste dedicarte a la Matemática?

Por el ambiente en que crecí, desde que era pequeño la idea de hacer investigación me era natural: mi papá hace investigación en matemática, pero también mi mamá y mis abuelos, por ambas partes, hacen investigación en otras áreas. Por eso, la investigación era para mí un camino natural y en la medida que fui creciendo, siempre me interesó la ciencia.

En la enseñanza media me fui dando cuenta de que me gustaban las cosas más abstractas y la principal razón es que me gusta la ciencia, pero no me gusta tener que hacer experimentos y con las matemáticas puedo sentarme, escribir, salir a pasear mientras estoy pensando, sin tener que estar en un laboratorio; además, como tuve la experiencia directa de mi papá en investigación en Matemáticas, para mí fue fácil darme cuenta de cuáles podían ser mis expectativas de vida.

Sé que muchas personas están en la disyuntiva de estudiar ingeniería o matemática, porque es sabido que en ingeniería se gana muy bien y sobre dedicarse a la Matemática no se sabe mucho; pero yo sabía que en matemáticas podría tener muy buenas expectativas de vida, así que me decidí.

¿Cuál es la línea de investigación de tu interés?

Actualmente estoy en primer año de magíster, enfocándome en teoría de números, pero todavía no me cierro a otras posibilidades. Creo que, cuando haga el doctorado, voy a definir más mi línea de investigación.

¿Qué podrías aconsejar a las y los estudiantes secundarios que gustan de las Matemáticas?

Mi principal recomendación es que tengan un acercamiento real con gente que estudia o trabaja en Matemáticas, porque si uno no tiene un contacto directo es muy difícil saber realmente lo que significa.

Yo creo que, por una parte, poca gente que tiene contacto directo con la investigación, pocos estudiantes tienen a alguien es su familia que haya realizado un doctorado o se dedique a la investigación en alguna disciplina, por lo que ese mundo ya es algo misterioso. Por lo mismo, es más difícil que sepan que existe investigación en matemáticas.

Yo he tenido conversaciones con personas que me preguntan qué se puede investigar en matemáticas, porque piensan que está todo hecho; entonces, creo que la única solución es acercarse a este mundo y en este sentido nuestra facultad es muy abierta y hay numerosas actividades que son muy buenas.

Es importante acercarse, porque, de lo contrario uno no conoce lo que hace un matemático y se puede llenar de prejuicios como pensar que la persona que se dedique a la matemática no va a tener buenos ingresos, porque no es una carrera con fama de bien remunerada.

Vengan a la facultad, conozcan y vean que los profesores tienen buenos ingresos, que viven muy bien, que disfrutan lo que hacen. 

Además de ser un alumno de excelencia, participaste en numerosas actividades durante el pregrado, ¿fueron significativas?

Participé como consejero académico de la organización del Seminario de Pregrado. Ha costado hacer que tome fuerza, pero espero que los próximos consejeros académicos continúen con esa iniciativa, donde la idea es que los estudiantes de pregrado tengan un espacio para reunirse como comunidad para discutir y aprender sobre matemáticas, fuera del contexto de clase. Es una actividad organizada por alumnos de pregrado, con expositores de pregrado y para alumnos de pregrado.

También participé como parte de la organización del Club de Matemática.

En el rol de consejero académico, fue muy significativa la oportunidad de acompañar y aconsejar a compañeras y compañeras que estaban pasando por situaciones problemáticas; no son experiencias que uno divulgue, no es algo notorio, pero es gratificante sentir que pudiste contribuir en algo en su situación persona, cuando luego te dan las gracias, saber que realmente ayudaste un poco es lo más gratificante.

La primera vez que fui consejero académico, por ejemplo, tuve que ver el tema de las causales de eliminación y me toco hablar con algunas personas que estaban pasando por situaciones tan complejas que a uno le cuesta dimensionar que le estén ocurriendo a otros estudiantes, y conocer estas realidades y tratar de aportar en esos contextos, me permitió crecer emocionalmente.