Columna: Estadístico Guido del Pino habla sobre azar, destreza y ley de casinos


2019-09-12
  • Esta mañana, el diario La Segunda publicó una columna de opinión del Estadístico Guido del Pino.
Azar o destreza

La justificación para que la ley de casinos no sea aplicable a las máquinas de la FIDEN es que ellas difieren de las existentes en los casinos en que estas son de azar y las otras usan secuencias prefijadas, por lo cual no son de azar.  El punto principal es que un buen jugador podría obtener resultados económicos positivos, de modo que las máquinas son destreza. La FIDEN afirma que nadie ha podido demostrar que son de azar, lo que es análogo a tener demostrar la inocencia o probar que el tabaco no produce cáncer. El enfoque científico consiste en suponer tentativamente que no hay efectos negativos y obtener datos que rechacen esta hipótesis. En el caso de las tragamonedas hay que suponer tentativamente que son de azar y buscar datos que demuestren lo contrario. Un diseño estadístico natural consiste en que la FIDEN elija un grupo de jugadores expertos y se obtenga una muestra aleatoria de los jugadores usuales. 

Otro punto que se esgrime es  distinguir entre datos aleatorios con aquellos generados por una secuencia determinística. En un pasado remoto los computadores eran analógicos y usando un contador geiger se obtenían los tiempos entre las llegadas de partículas radioactivas sucesivas. Es obviamente imposible realizar esto con los actuales computadores digitales, que son los únicos existentes hace más de cincuenta años. Usando resultados de la rama matemática denominada teoría de números se construyen una sucesión completamente determinista de números a los que se les denomina números pseudoaleatorios. El punto clave es que resulta imposible distinguir ambos tipos de secuencias para un ser humano o incluso por otro computador. Más allá del tema banal de las tragamonedas, esta es la base  para la teoría de simulación, que suele ser el único método viable para resolver problemas complejos. Finalmente, cabe mencionar que los juegos de casino son necesariamente desfavorables para los jugadores, pues de lo contario el casino podría caer en bancarrota.  Un resultado matemático es que sin importar la estrategia que un jugador utilice, él se arruinará  si persiste en jugar indefinidamente.

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