• Natalia García es una talentosa investigadora joven, que actualmente forma parte de la Facultad de Matemáticas de la Pontificia Universidad Católica. Además de su rol como académica e investigadora, destaca en incentivar la participación de mujeres jóvenes en la ciencia, como profesora del Entrenamiento Matemático Femenino.  

La académica de nuestra Facultad, Natalia García, es miembro del Comité Olímpico de la Sociedad de Matemáticas de Chile (SOMACHI), organizadora y fundadora de distintos seminarios que se realizan en la Facultad de Matemáticas de la UC y ha viajado por varios países del mundo mostrando su trabajo. 

 

También ha participado en ambas versiones del EMEMUC, el Encuentro de Mujeres en Matemática y Estadística que realiza la Universidad Católica, ocupando un rol representativo en la divulgación de estas ciencias entre las mujeres jóvenes de nuestro país; además, es directora y profesora del Entrenamiento Matemático Femenino, actividad organizada por la Sociedad Matemática de Chile y ejecutada por nuestra Facultad. Conversamos con ella sobre sus inicios en la matemática, su rol como profesora y su evaluación del Entrenamiento Matemático Femenino. 

 

¿Por decidiste dedicarte a la Matemática?

 

En un comienzo, me interesé por la matemática profesional al participar en la olimpíada nacional de matemática. Gracias a la participación en estas y al apoyo de un profesor de mi colegio, me interesé no solo en hacer cálculos, sino también en descubrir y demostrar propiedades. Me gustaba el hecho que a partir de afirmaciones simples, uno puede construir afirmaciones más complejas que siempre se cumplen. Por otra parte, un poco después de haber rendido la PSU un profesor universitario se acercó a explicarme cómo era la vida de un matemático (demostrar teoremas de manera profesional, escribir libros, compartir mis futuros descubrimientos a matemáticos de todo el mundo, a veces hacer clases en universidades) y me di cuenta que lo que quería hacer era ser matemática.

 

¿Cuál fue la motivación para enseñar matemáticas?

 

Comencé mis estudios de licenciatura en matemática, con la esperanza de no hacer clases y dedicarme solo a hacer investigación, porque en el colegio me iba mal en las disertaciones. Una vez en postgrado, me di cuenta que enseñar es parte importante del trabajo de un matemático, así que habiéndome graduado del doctorado tomé un trabajo en la Universidad de Toronto que, además de investigar, incluía enseñar algunos cursos universitarios. Una vez enseñando me di cuenta que es muy gratificante ver cómo los estudiantes progresan y son capaces de entender nuevas ideas gracias a mi ayuda, y ahí comenzó mi interés en enseñar.

 

Aquí en la Universidad Católica, los estudiantes son muy motivados y eso me da energía para seguir enseñando; es más, trato de compartir mis conocimientos cada vez que sea posible. 

 

¿Cómo describirías es tu forma de enseñar?

 

En primer lugar, sigo el consejo de hacer muchas preguntas a los estudiantes para mantenerlos atentos. Esto ayuda también a evaluar oportunamente si la materia se va entendiendo o necesita ser reforzada en ayudantías. También trato de organizar mis clases de manera que las ideas importantes resalten y no abrumarlos con excesiva información. Para esto también ayuda el anunciar con anticipación cual es el objetivo que estamos tratando de alcanzar. 

 

¿Ha cambiado tu manera de enseñar matemáticas a lo largo del tiempo?

 

En el tiempo que llevo enseñando matemática universitaria, he tenido la oportunidad de enseñar cursos orientados a diversos grupos de estudiantes, como cursos masivos de ingeniería, cursos obligatorios de licenciatura en matemática o cursos optativos de licenciatura para estudiantes que se quieran especializar en cierta área. Para cada curso he tenido que adaptar mi manera de enseñar pues cada uno de estos cursos necesita que la matemática sea enseñada a distinta velocidad y con enfoques adecuados de acuerdo a la carrera. 

 

A nivel escolar, ¿cuáles son los beneficios de asistir a actividades como el Entrenamiento Matemático Femenino? 

 

En primer lugar, las estudiantes tienen la oportunidad de aprender matemática que está fuera de los contenidos que se ven en el colegio. Por otra parte, la matemática vista en estos talleres tiene una orientación distinta: En el colegio las estudiantes aprenden las propiedades que tienen los objetos utilizados en matemática y a resolver problemas directamente relacionados con lo aprendido, pero en estos talleres las estudiantes deben ingeniárselas para poder explicar por qué algunas propiedades son siempre ciertas, sin excepciones, lo que es más cercano a la investigación que hace un matemático profesional. Estos talleres también son una gran oportunidad que tienen las jóvenes para conocer gente de su edad con intereses similares y animarse a seguir una carrera científica.

 

¿Qué vacíos persisten en la enseñanza escolar de las matemáticas?

 

Más que vacíos que persisten, se están creando nuevos a medida que pasa el tiempo. Los programas de estudio escolares cada vez consideran menos contenidos, argumentando lo difíciles que son y que nadie los aplica a la vida real. La utilidad de la matemática no va por ahí, pues no es común utilizar todos los días el cuadrado de trinomio, sino que el aprendizaje de la matemática ayuda a desarrollar habilidades como aprender a hacer deducciones a partir de la información disponible de manera justificada, a simplificar problemas llevándolos a situaciones conocidas o simplemente a ser pacientes, tolerantes y organizados.

 

¿Crees que hay que tener aptitudes especiales para estudiar matemática en la universidad?

 

Más que facilidad para la matemática, uno necesita tolerancia a la frustración. Los cursos matemáticos van siendo cada vez más abstractos y rápidos, así que si uno toma suficientes cursos matemáticos con seguridad llegará el momento en que se hagan complicados. Lo importante aquí es no rendirse y estudiar con mayor dedicación, pues es en ese momento donde uno tiene la oportunidad de adquirir nuevas habilidades.